“Cervecera QWERTY era una empresa que desde su creación se dedicó a la elaboración de un producto único, y se podría decir que realmente era su pasión, porque hacían la mejor cerveza del país, y desde luego, su operación y ventas, le permitía niveles de utilidades como para ser considerada en el Top Ten empresarial.
Una de las crisis que atravesó su país, hizo sentir a sus directivos que tenían que ingresar en nuevos rubros para aprovechar las oportunidades que daba la actual coyuntura. Así fue que en menos de un año, paso a ser el Grupo QWERTY, con la compra de un molino para producción de harina de trigo, una planta de producción de galletas y otra de producción de harina de pescado. Desde luego que con el crecimiento fueron olvidando las prácticas que habían hecho de QWERTY un negocio rentable. Pronto en todo el grupo comenzaron a aparecer grandes salas de reuniones, con sillones de cuero y un LCD de 52 pulgadas de última generación. Se construyo un edificio corporativo, que decían que era inteligente porque cambiaba de color de acuerdo a la temporada del año o la fiesta popular más cercana, el levador del edificio tenía una llave para acceder al piso 12 y al 17, que era donde trabajaba la alta dirección, y acceder a ellos se hizo cada vez más difícil. Y ni que hablar de los autos del grupo, todos de los más caros e indudablemente para reducir el pago de impuestos, y esta fue una de las primeras actividades algo alejadas de la ética, luego siguieron otras para evadir impuestos, redujeron la participación de utilidades entre los empleados, todo orientado mejorar los ingresos de los dueños del grupo.
Con respecto a la administración operativa de las nuevas plantas del grupo, pensaron que la forma como se venia trabajando no les permitía un control efectivo, y comenzaron a generar reportes, más de los necesarios, que lo único que hicieron fue incrementar la carga de trabajo y las acciones burocráticas. Evidentemente se perdió la disciplina en la manera como se hacen los negocios, y los mejores miembros de todas las líneas han renunciado, y con ese plan de incrementar las ganancias, la gente nueva que logran atraer no tiene el calibre necesario. La falta de disciplina se hace evidente, los procedimientos, los plazos y estándares ya no se cumplen, y la productividad de la planta y la calidad de los productos ha disminuido.
Así es que supuestamente el grupo creció por medio de la diversificación en distintas líneas de negocio pero el costo viene siendo alto, ya que los resultados como grupo tienden a cero y probablemente este año pasaran a ser negativos, pues la cervecera no podrá cubrir la pérdidas de los otros negocios.”
Los resultados sostenibles de una empresa dependen de crear una cultura con individuos autodisciplinados que emprenden acciones disciplinadas con adherencia a tres puntos esenciales para el crecimiento del negocio:
- Hacer que la empresa haga lo que mejor sabe hacer
- Haciéndolo de forma apasionada
- Movidos por ese factor económico que genera mayores impactos positivos en el estado de resultados.
Lamentablemente, cuando esa cultura de disciplina, que hace los negocios grandes, esta ausente en la organización, en compensación surge una cultura burocrática, esto debido a que no se tiene el valor de desvincularse de gente incompetente y colocar la gente idónea que pueda cumplir con las necesidades del negocio.
Probablemente QWERTY, era una empresa que crecía gracias a un gerente, que puede haber sido muy carismático o un gran tirano, que de una u otra manera pudo generar disciplina en una unidad de negocio, pero cuando repentinamente crece, ese gerente no puede ser compartido y ante la falta de una verdadera cultura de disciplina, se genera una gran empresa burocrática, que ya no se enfoca en lo que realmente saben hacer, con esa pasión con que lo venían haciendo por varios años y que realmente generaba resultados económicos para la empresa, si hubieran sido disciplinados, tal vez la decisión hubiera sido comprar otras plantas cerveceras y abarcar mayores áreas de distribución.
Cuando en una organización existe una cultura de disciplina, se hace evidente una dualidad, se tiene gente que se adhiere a un sistema bien estructurado bajo ciertos parámetros, pero a la vez, a esta gente se les otorga libertad y responsabilidad para cumplir con lo que el negocio necesita, sin salir del marco que el sistema estructurado proporciona. La gente, que es disciplinada, de por sí actúa con extrema diligencia e intensidad.
Ahora, puede ser que se confunda cultura de disciplina con tiranía, que es ejercida por un gerente que impone disciplina, si bien por medio de este esquema, también pueden obtenerse resultados, estos no son duraderos, pues se mantienen mientras exista el tirano. Construir una cultura de disciplina va más allá, es atraer a la gente disciplinada a la organización y orientar su trabajo, bajo un esquema estructurado, que va mejorando conforme es revisado por la alta gerencia y que puede tardar algunos años en consolidarse.
Así que si esta en posición de influir en las decisiones corporativas de su empresa, puede comenzar a generar una cultura de disciplina, es un proyecto de mediano plazo, y alguien tiene que proponerlo y empezarlo en su organización.